Una extracción dental o exodoncia, es el proceso de remover un diente de su alveolo en el hueso.

Algunas de las más comunes son:

Caries extensas, infección, enfermedad periodontal avanzada, dientes impactados, ortodoncia y traumatismos.

1. Evaluación: se pueden pedir radiografías para ver bien el diente y el hueso que lo rodea.
2. Anestesia: se coloca anestesia local para que no sientas nada durante el procedimiento.
3. Extracción: Con unos instrumentos especiales, se mueve suavemente el diente hasta que se afloje y pueda sacarlo. Si el diente tiene raíces complicadas, puede que se necesite dividirlo en partes más pequeñas.
4. Limpieza: Después de sacar el diente, se limpia bien el alveolo.
5. Sutura (a veces): En algunos casos, puede que se necesite poner unos puntos para cerrar la encía y ayudar a que cicatrice bien.
6. Compresa: Se solicita morder una gasa durante un rato para ayudar a que se forme un coágulo de sangre en el alveolo.

• Mantener la gasa mordida durante al menos 30 minutos para que se forme el coágulo.
• Evita enjuagarte la boca durante las primeras 24 horas para no remover el coágulo.
• Come alimentos blandos y fríos durante los primeros días.
• Cepilla tus dientes con mucho cuidado, evitando la zona de la extracción. Puedes usar un enjuague bucal suave después de 24 horas.
• Aplica hielo en la mejilla durante 20 minutos cada hora para reducir la inflamación.
• Toma los analgésicos y antibióticos recetados para el dolor y prevenir infecciones.
• Evita fumar y beber alcohol ya que retrasas la cicatrización.
• Descansa y evita hacer ejercicio intenso durante los primeros días.
• Evita usar bombillas para beber, ya que la succión puede remover el coágulo.